Las joyas, más allá de su brillo físico, son verdaderos símbolos de la identidad y las emociones humanas. Reflejan no solo la belleza, sino también nuestros deseos de dejar una huella personal en el mundo, transformando el metal y las piedras en historias atemporales que trascienden el tiempo y las culturas.
La joyería tiene un doble propósito, ya que cumple funciones tanto estéticas como simbólicas. Cada pieza, ya sea un collar, un anillo, una pulsera o un par de pendientes, hace más que simplemente mejorar la apariencia del usuario. La joyería a menudo sirve como un medio para la expresión personal, transmitiendo emociones, hitos o recuerdos preciados. En muchos casos, refleja las tradiciones culturales, vinculando el presente con el pasado y celebrando el patrimonio de las comunidades. Desde diseños intrincados inspirados en la naturaleza hasta formas contemporáneas atrevidas, la joyería es un arte atemporal que se adapta a la individualidad de quien la lleva puesta sin perder su atractivo universal.
La creación de joyas es un testimonio de la sinergia entre la artesanía artesanal y la innovación. Cada elemento, desde el corte de una gema hasta la curva de una montura de metal, se elabora meticulosamente para garantizar que resuene tanto con belleza como con significado. Los artesanos invierten incontables horas en perfeccionar detalles intrincados, fusionando técnicas tradicionales con tecnología moderna para ampliar los límites del diseño. Ya sea que se adorne como un recuerdo personal o se exhiba como una pieza llamativa, las joyas representan una mezcla armoniosa de visión artística e importancia cultural, trascendiendo su forma material para convertirse en un símbolo duradero de elegancia e identidad.
Historia
La historia de la joyería abarca miles de años y refleja la evolución de las culturas y los símbolos que dieron forma a las sociedades. La evidencia temprana de estos adornos se remonta a tiempos prehistóricos, cuando los humanos elaboraban adornos rudimentarios a partir de huesos, conchas y piedras. Estos accesorios tenían fines tanto decorativos como espirituales, y a menudo se usaban en rituales o como amuletos protectores. Con el descubrimiento de los metales, surgieron objetos hechos de cobre y bronce, que muestran avances significativos en la artesanía de los materiales.
En el Antiguo Egipto, las joyas alcanzaron un nuevo nivel de complejidad y refinamiento. El oro, considerado sagrado y eterno, se usaba para crear elaborados collares, pulseras y coronas. Los faraones y las clases altas usaban estas piezas no solo como muestra de riqueza, sino también para enfatizar su conexión con lo divino. Las piedras preciosas como la turquesa y el lapislázuli se incorporaron ampliamente, añadiendo brillo y simbolismo a cada pieza.
Grecia y la Antigua Roma introdujeron un estilo distintivo en la elaboración de objetos preciosos, haciendo hincapié en la simetría y el equilibrio. La joyería griega a menudo se inspiraba en la mitología, con motivos como hojas de laurel y figuras divinas. En Roma, las joyas se convirtieron en un indicador de rango social y político. Las piedras preciosas siguieron siendo muy apreciadas, y técnicas como el grabado y la filigrana alcanzaron niveles extraordinarios de refinamiento.
En la Edad Media, la joyería continuó siendo un símbolo de poder y fe. Los nobles y el clero se adornaban con anillos y broches decorados con símbolos religiosos y piedras raras que se creía que ofrecían protección divina. Técnicas como el cloisonné y el esmaltado se hicieron populares, añadiendo colores vivos y detalles intrincados a estas piezas.
«La joyería es una meditación sobre la esencia: metales y piedras preciosas transformados en una manifestación de la humanidad». — Fernando Jorge
El Renacimiento marcó un momento crucial en la evolución de la joyería, impulsado por el redescubrimiento del arte clásico y una mayor apreciación por el lujo y la sofisticación. Las cortes europeas adoptaron lujosos accesorios adornados con perlas, esmeraldas y rubíes. Los descubrimientos en el Nuevo Mundo trajeron consigo la llegada de oro y plata, lo que permitió a los joyeros ampliar su creatividad y experimentar con técnicas innovadoras.
En el siglo XX, la fabricación de joyas se hizo más accesible gracias a la industrialización y los avances tecnológicos. Estilos como el Art Nouveau y el Art Deco introdujeron una estética moderna con líneas fluidas, motivos naturales y formas geométricas. Diseñadores icónicos como Cartier y Tiffany redefinieron los estándares de lujo y, a menudo, sustituyeron los materiales preciosos tradicionales por metales modernos y piedras sintéticas, lo que democratizó el acceso a estas obras de arte que se pueden llevar puestas.
Artistas de renombre
Peter Carl Fabergé: maestro de la joyería exquisita
Uno de los creadores de joyas más reconocidos de la historia es Peter Carl Fabergé, famoso por sus icónicos huevos Fabergé, elaborados para la familia real rusa. Creadas entre 1885 y 1917, estas obras maestras se consideran algunas de las piezas de joyería más espectaculares del mundo. Cada huevo estaba meticulosamente detallado y adornado con oro, esmalte, diamantes y otras piedras preciosas, y a menudo ocultaba intrincadas sorpresas mecánicas en su interior.
Entre los más famosos se encuentran los «huevos imperiales», encargados por los zares Alejandro III y Nicolás II como obsequios para sus esposas. Fabergé convirtió la joyería en una forma de arte, diseñando objetos lujosos que combinaban a la perfección la maestría artesanal con la imaginación y la elegancia aristocrática. Sus creaciones siguen siendo símbolos atemporales de opulencia e innovación en el mundo de la joyería fina.
Frédéric Boucheron: pionero de la elegancia en joyería
Frédéric Boucheron, fundador de la prestigiosa Maison Boucheron, es reconocido como uno de los mejores joyeros de Francia. Conocido por la elegancia y sofisticación de sus creaciones, Boucheron fue pionero en el uso de gemas de gran tamaño y engastes innovadores. Su icónico collar «Serpent Bohème», un símbolo de poder y seducción, sigue siendo un testimonio de su genio creativo.
Boucheron combinó magistralmente la artesanía tradicional con el diseño moderno, ganándose un lugar como joyero favorito entre la aristocracia y la realeza europeas. Su enfoque visionario y sus creaciones atemporales siguen definiendo los estándares de la alta joyería, haciendo que su nombre sea sinónimo de lujo y refinamiento.
Louis-François Cartier: El visionario detrás de un legado
Louis-François Cartier, fundador de la ilustre marca Cartier, se erige como uno de los diseñadores de joyas más influyentes de la historia. Bajo su liderazgo, Cartier se convirtió en sinónimo de lujo y sofisticación, creando piezas atemporales como el icónico «collar con forma de pantera» y la tiara con forma de halo, famosa por llevar la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, en su boda.
Cartier revolucionó el concepto de joyería al infundirle una elegancia fresca y refinada, estableciendo nuevos estándares en el mundo de los accesorios de lujo. Sus diseños visionarios y su influencia perdurable siguen definiendo la esencia de la alta joyería, haciendo de Cartier un símbolo de arte e innovación sin igual.
Mario Buccellati: El renacimiento de la joyería italiana
Mario Buccellati, el legendario fundador de la casa Buccellati en Italia, es famoso por su estilo distintivo inspirado en el arte renacentista. Su maestría reside en las intrincadas técnicas de grabado y filigrana, que convierten los metales preciosos en obras de arte incomparables.
Una creación icónica es el brazalete «Tulle», confeccionado en oro y adornado con diamantes, que personifica la elegancia y la experiencia artesanal sinónimos de la joyería italiana. Buccellati rindió homenaje a la artesanía tradicional italiana al crear piezas atemporales que encarnan la sofisticación clásica y la belleza perdurable, asegurando su legado en el mundo de la alta joyería.
Jacques Arpels: un visionario de la elegancia atemporal
Jacques Arpels, una figura clave de la dinastía Van Cleef & Arpels, revolucionó el diseño de joyas al combinar técnicas avanzadas con innovación artística. Su mayor logro es el Set misterioso técnica, que permite engastar piedras preciosas sin metal visible, lo que convierte cada pieza en una verdadera obra maestra.
Entre las creaciones más célebres se encuentra la «Broche de ciervo», una pieza impresionante que ejemplifica una elegancia y delicadeza incomparables. Jacques Arpels fue un visionario que redefinió la joyería como forma de arte, estableciendo nuevos estándares de artesanía y elegancia en el mundo de la alta joyería.
René Boivin: redefiniendo la elegancia a través de una innovación audaz
René Boivin fue un notable joyero francés, célebre por sus diseños vanguardistas y su estilo poco convencional. Fundando Maison Boivin en 1890, revolucionó la estética de la joyería tradicional al incorporar motivos naturales y formas modernas, creando piezas que se diferenciaban de las convenciones clásicas.
Una de sus creaciones más icónicas, la «Brazalete de gavilla de trigo», muestra sus inspiraciones botánicas, combinando una artesanía intrincada con una belleza orgánica. El enfoque audaz de Boivin, que utiliza formas atrevidas y materiales únicos, redefinió la elegancia y lo convirtió en un pionero en el mundo de la joyería fina.
Proceso de trabajo
El proceso de fabricación de joyas es meticuloso y detallado, y requiere habilidad, paciencia y un profundo conocimiento de los materiales. Comienza con el fase de conceptualización, donde el diseñador crea bocetos iniciales inspirados en diversas fuentes: la naturaleza, el arte, las tradiciones o las tendencias modernas. Estos dibujos son cruciales, ya que definen las dimensiones, las formas y los detalles de cada pieza. A veces, el diseñador produce varias versiones de la misma pieza de joyería para explorar diferentes enfoques estéticos.
«En una pieza de joyería, la belleza del material se combina con la belleza de la artesanía». — Georg Jensen
La siguiente fase implica selección de materiales. El joyero elige cuidadosamente los metales y las piedras preciosas que darán vida a la creación. El oro, la plata, el platino y otros metales nobles forman la base, mientras que las piedras como los diamantes, los rubíes o las esmeraldas añaden brillo y valor. La calidad y la autenticidad de estos materiales son de suma importancia, y cada elemento se selecciona para complementar armoniosamente el diseño general. La durabilidad y la compatibilidad estética son consideraciones clave en esta fase.
La siguiente selección de materiales es la fase de procesamiento, uno de los pasos más complejos del proceso. Se utilizan técnicas tradicionales como la fundición, el pulido y el grabado para dar al metal precioso la forma deseada. En algunos casos, se emplean técnicas avanzadas de grabado o filigrana para crear detalles intrincados y patrones decorativos. El engastado de las piedras preciosas es un paso delicado, que requiere precisión y destreza para garantizar que cada piedra esté perfectamente colocada. Dependiendo de la complejidad del diseño, esta etapa puede llevar días o incluso semanas.
«Un anillo o un collar no es solo metal o piedra, es el arte de capturar la belleza del mundo en miniatura». — David Yurman
Finalmente, la joyería se somete a un proceso de acabado e inspección. El pulido se realiza cuidadosamente para mejorar el brillo del metal y las piedras preciosas, mientras que los detalles se inspeccionan para garantizar que cada elemento esté en su lugar y cumpla con los estándares de calidad. Cualquier imperfección se corrige en esta etapa para garantizar que el producto final sea impecable. El proceso de fabricación de joyas es una mezcla de arte y artesanía, y cada paso contribuye a la creación de una pieza única y extraordinaria.
Materiales y herramientas
Los materiales utilizados en la creación de joyas son fundamentales para la calidad y la belleza de cada pieza. Los metales preciosos como el oro, la plata y el platino forman la base de la mayoría de las joyas finas. El oro, disponible en varios quilates y tonalidades (amarillo, blanco y rosa), es la opción más popular debido a su maleabilidad y durabilidad. El platino, conocido por su fuerza y brillo, se usa con frecuencia para montar gemas de gran tamaño debido a su capacidad para asegurarlas de manera eficaz. Además, las piedras preciosas como los diamantes, los zafiros, los rubíes y las esmeraldas añaden color, valor y un toque sofisticado a las joyas.
Los joyeros utilizan herramientas altamente especializadas que van desde cinceles y martillos hasta instrumentos de grabado fino y filigrana. Los paños de pulido se utilizan para realzar el brillo del metal, mientras que los alicates y las pinzas son esenciales para colocar piedras con precisión en sus soportes. Las herramientas de grabado permiten a los artesanos añadir detalles delicados y personalizados a cada pieza. Estos materiales y herramientas, junto con las técnicas tradicionales y modernas, forman la base para crear obras de arte únicas que reflejan la habilidad y la creatividad de los joyeros.
Técnicas de trabajo
Las técnicas de trabajo en el arte de la joyería son fundamentales para transformar metales y piedras preciosas en creaciones únicas y valiosas. Uno de los métodos más antiguos y venerados es filigrana, que consiste en crear diseños intrincados a partir de alambres metálicos delgados, normalmente de oro o plata. Los alambres están retorcidos y soldados sobre una base metálica, lo que da como resultado patrones complejos que a menudo se inspiran en la naturaleza o en formas geométricas. La filigrana añade un toque de delicadeza y elegancia a cada pieza y se utiliza con frecuencia para hacer anillos, colgantes y pendientes.
Esta técnica antigua no solo muestra la meticulosa artesanía del artesano, sino que también resalta la belleza atemporal de las joyas hechas a mano. Ya sea que utilicen métodos tradicionales o enfoques modernos e innovadores, estas técnicas garantizan que cada pieza de joyería sea una combinación armoniosa de arte y funcionalidad.
Grabado
El grabado es otra técnica crucial que se utiliza para decorar la superficie de los metales preciosos con patrones, textos o símbolos personalizados. Este proceso se puede realizar manualmente con cinceles finos o con la ayuda de herramientas mecánicas especializadas. El grabado permite a los joyeros incorporar detalles únicos en cada creación, transformando las joyas en obras de arte personalizadas.
Este método se emplea con frecuencia para anillos de compromiso o de boda, donde se inscriben nombres, iniciales o fechas significativas. Al añadir estos elementos personalizados, el grabado realza el valor emocional y artístico de las joyas, garantizando que cada pieza cuente una historia única. Ya sea hecho a mano o con tecnología avanzada, el grabado sigue siendo una técnica atemporal que une la artesanía con la expresión personal.
Esmaltado
El esmaltado es una técnica muy valorada que consiste en aplicar y colocar una capa de esmalte coloreado sobre las superficies de las joyas a altas temperaturas. Este proceso da a las joyas un aspecto vibrante y brillante, añadiendo color y profundidad a cada pieza.
El esmaltado se asocia a menudo con joyas inspiradas en el Art Nouveau, conocidas por sus diseños intrincados e impulsados por la naturaleza, pero también se encuentra comúnmente en piezas modernas que buscan combinar la tradición con la innovación. La técnica requiere una precisión excepcional para garantizar que el esmalte se aplique de manera uniforme y mantenga su durabilidad a lo largo del tiempo.
Este meticuloso método permite la creación de joyas únicas y llamativas que combinan el arte con la funcionalidad, lo que las convierte en una adición atemporal al oficio del joyero.
Fundición a la cera perdida
La fundición a la cera perdida es una de las técnicas más utilizadas para crear formas intrincadas a partir de metales preciosos. El proceso comienza cuando el joyero elabora un modelo detallado en cera, que se recubre con un material refractario para formar un molde. Una vez que el molde está listo, la cera se derrite y se reemplaza con metal fundido, que se solidifica en la forma deseada.
Esta técnica permite la producción de piezas escultóricas y muy detalladas, lo que la hace ideal para diseños intrincados como anillos y colgantes elaborados. Su precisión y versatilidad han convertido a la fundición a la cera perdida en una piedra angular de la fabricación de joyas finas, lo que permite la transformación de diseños complejos en obras de arte duraderas.
Configuración de pavé
El engaste en pavé, o marquetería de piedras preciosas, es una técnica sofisticada que consiste en incrustar numerosas piedras preciosas pequeñas, por lo general diamantes, engarzadas estrechamente sobre una superficie metálica. Este meticuloso proceso crea la ilusión de una superficie continua cubierta de gemas, que ofrece un brillo intenso y deslumbrante.
Esta técnica es especialmente popular para anillos y pulseras de lujo, ya que añade una capa extra de glamour y refinamiento a las joyas. Al maximizar el brillo de las piedras, los engastes de pavé transforman las piezas en creaciones radiantes y llamativas que irradian elegancia y sofisticación.
Entorno integrado
El entorno integrado del arte de la joyería está determinado por la interacción de varios campos, como la moda, el arte contemporáneo y la tecnología. La joyería trasciende el mero adorno y se convierte en expresiones artísticas y símbolos de estatus social o identidad personal. La creatividad de los joyeros prospera a través de las colaboraciones con diseñadores de moda, arquitectos y artistas visuales, lo que contribuye a la evolución de los estilos y las técnicas. Además, las innovaciones tecnológicas, como la impresión 3D y el software de diseño, han ampliado el alcance de la creación y han permitido crear piezas intrincadas y altamente personalizadas.
Contexto multicultural
En un marco multicultural, la joyería refleja la diversidad cultural del mundo, y cada cultura aporta sus tradiciones y símbolos únicos a la artesanía. Por ejemplo, en Oriente Medio, los lujosos adornos de oro adornados con piedras preciosas significan prosperidad y poder. En la India, las joyas desempeñan un papel fundamental en los rituales y ceremonias, mientras que en África, los materiales naturales como la madera y el hueso se utilizan con frecuencia para expresar la identidad tribal. Esta riqueza multicultural se ha convertido en una fuente de inspiración para los joyeros contemporáneos, que combinan estilos y motivos tradicionales de diferentes regiones para crear piezas con un significado universal.
Contexto social
El contexto social es crucial para dar forma a las tendencias y percepciones de la joyería. Históricamente, las joyas estaban reservadas para las élites y simbolizaban la riqueza y el poder. Sin embargo, hoy en día, las joyas se han vuelto más accesibles y se han democratizado, lo que refleja los cambios sociales. Desde piezas de lujo para ocasiones especiales hasta diseños minimalistas para el uso diario, las joyas ayudan a definir el estilo personal y a expresar la identidad individual. Además, las joyas suelen servir como medio de comunicación visual, ya que encarnan valores y creencias.
Contexto profesional
Profesionalmente, la industria de la joyería es altamente competitiva e innovadora, y requiere no solo habilidades artísticas sino también experiencia técnica y visión empresarial. Los joyeros deben desarrollar su competencia para trabajar con materiales preciosos y aprovechar las tecnologías modernas para mantenerse relevantes en un mercado dinámico. La colaboración con diseñadores, artistas e ingenieros es cada vez más vital, especialmente para piezas complejas o personalizadas. La industria también se está expandiendo hacia el espacio en línea, donde los joyeros pueden promocionar sus creaciones e interactuar directamente con los clientes, lo que abre nuevas oportunidades de crecimiento y alcance global.
Estilos
Los estilos de joyería reflejan la evolución de la estética y la artesanía a lo largo del tiempo, influenciados por los cambios culturales, artísticos y tecnológicos a lo largo de diferentes períodos históricos. Cada estilo tiene una identidad distinta, que resume no solo las tendencias de su época, sino también los valores y símbolos únicos de una época en particular. Desde la opulencia de la joyería barroca hasta la sencillez del modernismo y el minimalismo, estos estilos ofrecen una visión de la creatividad humana y de cómo el diseño se ha adaptado a los gustos y necesidades de la sociedad.
Art Nouveau
El estilo Art Nouveau, que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, es famoso por sus líneas fluidas y formas orgánicas inspiradas en la naturaleza. Las joyas de este período suelen presentar motivos de plantas, flores, hojas y animales, todos ellos elaborados con un refinamiento artístico excepcional. Los materiales iban desde oro y piedras preciosas hasta esmaltes y perlas de colores. René Lalique es uno de los creadores más reconocidos de este estilo, que destaca por su armoniosa combinación de materiales poco convencionales y técnicas artesanales avanzadas.
Art Decó
El Art Deco fue un estilo prominente de las décadas de 1920 y 1930, famoso por su precisión geométrica y su simetría, en marcado contraste con las formas fluidas del Art Nouveau. Las joyas Art Deco se distinguen por sus líneas limpias, ángulos nítidos y patrones geométricos llamativos, todos ejecutados con meticulosa artesanía. Los materiales predominantes incluyen el platino, el oro blanco y los diamantes, que a menudo se combinan con piedras preciosas de colores vibrantes como zafiros, esmeraldas y rubíes. El estilo encarna una sensación de sofisticación y glamour modernos, y refleja el optimismo y el dinamismo del período de entreguerras.
Uno de los contribuyentes más notables al movimiento Art Deco fue Cartier, cuyas creaciones personificaron la elegancia y la innovación de la época. La casa Cartier presentó diseños exquisitos que combinaban la precisión técnica con la expresión artística, para atender a una clientela de élite. Estas piezas a menudo incorporaban influencias exóticas, como motivos egipcios, asiáticos y africanos, mezclando elementos culturales con la estética elegante y modernista que definía el estilo Art Deco.
Barroco
El estilo barroco, que surgió en el siglo XVII, se define por la opulencia y la ornamentación extravagante. Las joyas de esta época se elaboraban para las cortes reales y la nobleza, a menudo a gran escala y adornadas con abundantes diamantes y perlas. Los motivos florales y los elementos religiosos eran habituales y ponían de manifiesto el lujo y la grandeza de la época.
La joyería barroca reflejaba la magnificencia artística y cultural de su época, con diseños intrincados que enfatizaban el movimiento, el drama y los detalles. Estas piezas solían presentar perlas en cascada y patrones simétricos, que simbolizaban la riqueza y el favor divino. La época barroca influyó profundamente en la evolución de la joyería, dejando un legado de artesanía elaborada y belleza ornamentada. Hoy en día, muchas creaciones barrocas se consideran obras de arte de valor incalculable, famosas por su importancia histórica y estética.
Minimalista
El estilo minimalista se define por la simplicidad, la elegancia y las líneas limpias. A diferencia de las joyas ricamente adornadas de otros estilos, el minimalismo se centra en piezas delicadas, a menudo elaboradas con metales preciosos simples como el oro blanco o rosa, con un uso mínimo de piedras preciosas. Los diseños son discretos y refinados, y enfatizan la sutileza y la pureza de las formas.
Este estilo atrae a quienes valoran las joyas discretas pero sofisticadas, perfectas para el uso diario u ocasiones especiales. Las piezas minimalistas suelen resaltar la belleza del material en sí, con acabados pulidos y formas estilizadas que irradian modernidad y atemporalidad. Este enfoque ha ganado una inmensa popularidad, ya que ofrece un equilibrio entre elegancia y funcionalidad, lo que lo convierte en una opción ideal para las personas que buscan una estética elegante y versátil.
Modernista
El estilo modernista surgió en el siglo XX, caracterizado por formas abstractas y una desviación audaz de las normas tradicionales. Influenciados por movimientos artísticos como el cubismo y el futurismo, los joyeros modernistas adoptaron diseños poco convencionales que enfatizaban la innovación y la individualidad. Estas piezas solían presentar llamativas formas geométricas, asimetrías y composiciones dinámicas.
Lo que diferenció a este estilo fue la incorporación de materiales poco convencionales como vidrio, plástico y metales industriales, mezclados a la perfección con metales preciosos y piedras preciosas. Bulgari ejemplifica este enfoque, con su uso distintivo de piedras grandes y vibrantes y técnicas de diseño innovadoras. La joyería modernista desafía la estética convencional y ofrece un arte portátil que refleja la creatividad y la sofisticación vanguardista.
Vintage
El estilo vintage revive el encanto de épocas pasadas, con influencias de diversos períodos históricos, como la elegancia de la época victoriana y el glamour del Art Deco. La joyería vintage es famosa por su encanto retro y su meticulosa artesanía, que encarna el refinamiento y la sofisticación de tiempos pasados.
Estas piezas suelen presentar detalles intrincados como grabados, motivos florales y diseños románticos, elaborados con materiales preciosos como oro amarillo o platino. Famosa por sus creaciones de inspiración vintage, Van Cleef & Arpels captura la esencia del lujo atemporal y la elegancia clásica. Sus diseños combinan a la perfección la nostalgia con el arte, haciendo de cada pieza un tributo a la belleza del legado.
Conclusión: la joyería, con su diversidad y refinamiento, representa mucho más que meros accesorios; es una expresión de la creatividad humana y un testimonio de la evolución cultural. Cada pieza, ya sea una obra de arte simbólica o un diseño moderno minimalista, tiene una historia y un significado profundo. Con el tiempo, estos objetos han reflejado el estatus social, los valores estéticos y el progreso tecnológico, y han pasado de ser simples adornos a verdaderos símbolos de belleza e identidad personal.
Ejemplos visuales
Mónica Briciu
Copywritter
Cuando escribo, estoy totalmente inmerso: apasionado, concentrado y en mi flujo creativo. Cuando no lo estoy, probablemente me veas tarareando mis canciones favoritas, disfrutando de una larga caminata o perdido en un buen libro.